Albergue de peregrinos Santa María de Carbajal
El origen del monasterio de las carvajalas hay que buscarlo en el de San Pelayo de León, fundado de nuevo después de la destrucción de la ciudad por parte de Almanzor. Era un monasterio benedictino protegido por los monarcas leoneses. En 1148, bajo Alfonso VII, se decidió el traslado de la comunidad benedictina al norte de la ciudad (a Carbajal de la Legua, Sariegos) donde pasaron a ocupar el establecimiento de una comunidad de canónigos agustinianos (canónica de Carbajal) que se encontraban en ese lugar desde el 1144. Se hizo una permuta entre las dos comunidades, mientras las monjas se desplazaban a Carbajal, los canónigos pasaban a ocupar el establecimiento de San Pelayo y San Juan, entonces conocido como San Isidoro de León a raíz de la traslación de las reliquias de este santo a la ciudad de León.